Hoy no lloré. Bueno, quizás un poco. Pero es porque vi una película que me hizo acordar a alguien, a él, a #5. El día en que pueda dejar de ver una película o escuchar una canción sin pensar en él antes que nadie, mi vida habrá dado un paso importante.
Esta tarde lo vi a mi ex, a #3. La última vez que lo vi tuvimos sexo. Esta vez él creyó que sería igual. Pero no. Lo evité. No pude decirle que no en la cara (es impresionante lo difícil que tengo el no a veces). Cuando se fue se lo expliqué por mensaje: simplemente no vale la pena.
Yo sé que él todavía tiene esperanzas conmigo si bien siempre le dije que yo ya no creo que esto sea posible. Yo lo quiero y nos llevamos bien. Me encanta que venga a merendar conmigo. Pero no quiero confundir las cosas. Prefiero que no venga, a que se creen falsas esperanzas. Él insistió siempre en que sabe que con esto yo no le doy a entender otra cosa, pero en el fondo sabe (y me lo ha reconocido) que quiere volver a intentar algo que para mí ya está muy lejano.
Yo he llorado, con lluvia y sin lluvia. Me gusto tu blog y te sigo. Besos
ResponderEliminarSi habré llorado con lluvia, sin lluvia, con música, sin música... Cuando las lagrimas vienen aveces no se pueden contener...
ResponderEliminarBeso enorme, che, espero que quienes tiene que entender entiendan y quienes tiene que dejar de molestar en formato recuerdo dejen de hacerlo también.
Yo también he llorado con lluvia, sin...y todo!
ResponderEliminargracias por pasar
No sé si abajo de la lluvia... pero sí abajo de la ducha.
ResponderEliminarUn beso, señorita :3
Totalmente! La ducha es un gran lugar para esconderse.
EliminarDios sabe que no debemos avergonzarnos nunca de nuestras lágrimas, pues son lluvia que cae sobre la tierra que endurece nuestros corazones. Besos
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